Galatopita, tarta griega

Hoy os traigo un postre típico de la cocina griega: una galatopita o tarta de leche hecha con masa filo; aunque también podéis encontrarla con el nombre de "ruffled milk pie" o pastel de leche rizado.

Los ingredientes son muy sencillos de encontrar y la tarta no tiene mayor misterio; eso sí, está muy pero que muy buena.

La única parte más delicada, por así decirlo, al hacer esta tarta, es tener cuidado al manipular las hojas de masa filo porque son muy delicadas; como un papel muy finito. Mi consejo cuando las estés utilizando, es ir tapándolas con el papel protector que trae el paquete para que no se sequen y se quiebren. Y, cuando las estés manipulando, hacerlo con cuidado pero sin miedo. El número de hojas a utilizar dependerá del tamaño de vuestro molde, en mi caso utilicé 9 hojas para un molde de 24 cm. En los paquetes vienen de 10 a 12 hojas, así que utilizad más o menos dependiendo de ese factor.

Si probáis a hacerla, dejádmelo en comentarios y decidme qué os parece 😋

Ingredientes:

9 hojas de masa filo, según tu molde usa más o menos

80 gr. de mantequilla

3 huevos

120 gr. de azúcar

300 ml. de leche

1/2 vaina de vainilla

Azúcar glas y canela molida para decorar

Elaboración:

Ponemos en un cazo a fuego medio la leche. Abrimos la media vaina de vainilla por la mitad, sacamos las semillas y se las incorporamos a la leche junto con la misma vaina. Cuando empiece a hervir, dejamos un minuto y retiramos del fuego. Reposar a temperatura ambiente para que se temple y reservar.

Fundir la mantequilla y engrasar el molde con ayuda de un pincel.

Extender con cuidado una hoja de masa filo sobre la superficie de trabajo y pintarla con la mantequilla fundida. Después, doblamos con cuidado la hoja en forma de acordeón y la ponemos en el molde.

Repetimos el proceso de pintar con mantequilla y doblar el resto de hojas de masa filo hasta que tengamos cubierto todo el molde. Con ayuda de los dedos, separamos un poco los dobleces de la masa para que quede una forma bonita y con volumen. Espolvoreamos la superficie con un poco de canela en polvo.

Precalentar el horno a 180º durante 10 minutos y hornear a esa misma temperatura durante 20 minutos con calor por arriba y por abajo.

Mientras se hornea la masa, batimos los huevos junto con el azúcar (no hace falta batirlos en exceso) y, como la leche infusionada con la vainilla ya estará templada, la colamos sobre la mezcla de huevos y azúcar y mezclamos todo bien.

Cuando el tiempo de horneado de la masa filo haya terminado, sacamos el molde (no hace falta apagar el horno) y le añadimos por encima, con cuidado y distribuyendo por toda la superficie del molde, la mezcla de huevos y leche y volvemos a meter al horno a la misma temperatura de 180º pero esta vez solo con calor por abajo. Lo dejamos cocer durante 30 minutos.

Pasado el tiempo, sacar la tarta del horno y dejar enfriar por completo a temperatura ambiente.

Antes de comer, espolvorear con azúcar glas y si te apetece, un poquito más de canela en polvo.