Tarta de crema pastelera y merengue de rosas

por - octubre 26, 2018



¡Hola a todas/os!

De nuevo viernes y de nuevo una nueva receta. Esta vez una tarta que hice hace un par de meses y que todavía no había publicado. Que no te asuste su apariencia, no es tan complicada pero sí que lleva varias elaboraciones: una base hecha de masa quebrada, una crema pastelera hecha en el microondas (sí, los que seguís el blog sabéis que desde que descubrí este invento no hago la crema de otra forma) y un merengue hecho con mermelada de rosas.

A ver, os cuento; creo que lo más complicado de hacer puede ser la base de masa quebrada, pero estáis de suerte porque si os queréis ahorrar este paso podéis comprarla ya preparada. El merengue es con sabor a rosas porque me regalaron una mermelada con este sabor (que os digo que me pareció espectacular lo rica que estaba) pero si no tenéis este tipo de mermelada podéis sustituirla por otro sabor o incluso agregar unas gotitas de esencia de agua de rosas; eso ya a vuestra elección.

Y bueno, eso es todo; espero que os guste la receta y si la hacéis no dudéis en contármelo.

Besos

Ingredientes para la masa quebrada (base):
150 gr. de harina
50 gr. de azúcar glas
65 gr. de mantequilla fría
1 huevo
1 pizca de sal

Ingredientes para la crema pastelera:
500 ml. de leche
2 yemas de huevo
120 gr. de azúcar
40 gr. de maicena
1 cucharadita de esencia de vainilla

Ingredientes para el merengue de rosas:
2 claras de huevo
80 gr. de azúcar
1 cucharadita de mermelada de rosas (puede ser otro sabor)

Para decorar:
Mermelada de rosas
Un poquito de agua
Frambuesas (opcional)
Galletas tipo Oreos (opcional)

Elaboración de la masa quebrada (base):
En el bol del robot de cocina tamizamos la harina y el azúcar glas. Agregamos la sal y la mantequilla cortada en trocitos; recuerda que debe estar fría. Con la pala, batimos hasta obtener unas migas gorditas.

Agregamos el huevo que previamente habremos batido y esperamos hasta que quede incorporado. Hacemos una bola con la masa y la envolvemos en papel film. Reservamos en la nevera durante 1 hora. (Durante este tiempo de reposo podemos preparar otra elaboración; por ejemplo la crema pastelera).



Pasado el tiempo, cogemos una hoja de papel vegetal o papel para hornear (yo he utilizado un tapete de Silpat) y colocamos encima la masa, tapamos con otra hoja de papel vegetal y la estiramos con ayuda de un rodillo.



Ayudándonos de la hoja de papel donde estiramos la masa, la pasamos a un molde apto para horno y la acomodamos bien con la ayuda de las manos por todo el molde. Con un tenedor, pinchamos la masa tanto por la base como por las paredes y cortamos el sobrante con ayuda de un cuchillo. Cubrimos con una hoja de papel de horno (nos sirve la que hemos utilizado para estirar la masa) y cubrimos con alguna legumbre tipo garbanzos para que durante el horneado haga peso.


Con el horno precalentado a 180º con calor por arriba y por abajo, horneamos la base durante 10-15 minutos. Pasado el tiempo retiramos, con cuidado de no quemarnos, el papel de horno con las legumbres y volvemos a hornear hasta que veamos que la base empieza a dorarse; el tiempo dependerá de tu horno. Una vez fuera del horno, dejar enfriar a temperatura ambiente.


Elaboración de la crema pastelera:
Poner todos los ingredientes en un bol y batir con ayuda de una batidora normal.
Introducir en el microondas a máxima potencia durante 3 minutos. Sacar del microondas, remover y volver a meter 2 minutos más. Volvemos a remover la mezcla y la volvemos a poner un minuto más; repetimos este paso hasta que tengamos una textura típica de crema pastelera. Removemos bien, tapamos con papel film de manera que toque la crema y dejamos enfriar a temperatura ambiente.


Elaboración del merengue:
Ponemos un cazo con un poco de agua al fuego para hacer un baño maría. Sobre este cazo ponemos un bol al que agregamos las claras y el azúcar. Removemos con unas varillas o espátula y tenemos que esperar hasta que el azúcar se disuelva. No dejes de remover en ningún momento porque de lo contrario las claras pueden cuajarse. Para saber si el azúcar está disuelto, basta con coger un poquito de la mezcla entre los dedos y si no notamos los granitos del azúcar, estará listo. Si todavía se nota el azúcar hay que seguir removiendo.


Una vez listo, pasamos esta mezcla al bol del robot de cocina y con las varillas eléctricas comenzamos a montar las claras. Tenemos que estar batiendo hasta que el bol de la batidora esté a temperatura ambiente. Cuando tengamos las claras firmemente montadas, añadimos la cucharadita de mermelada de rosas y batimos unos segundos más.

 
Después, pasamos el merengue a una manga pastelera con una boquilla rizada.

Montaje de la tarta y decoración:
Una vez tengamos la base, la crema pastelera y el merengue listos, procedemos a montar la tarta. Para ello, desmoldamos la base y la colocamos sobre un plato.

Con ayuda de una cuchara, removemos bien la crema pastelera hasta que vuelva a adquirir una textura más cremosa y cubrimos la base de la tarta con ella.

Ahora vamos a hacer la espiral de mermelada. Para ello cogemos un poco de mermelada de rosas y la colocamos en un bol pequeño, le añadimos unas gotitas de agua para hacerla más ligera, mezclamos y la calentamos unos segundos en el microondas. Rellenamos un biberón de cocina para distribuirla mejor sobre la tarta, si no tienes biberón puedes hacerlo con una cucharilla.


Empezamos a poner, bien con el biberón o una cucharilla, pequeños puntitos de la mermelada por la tarta, empezando desde el centro hacia afuera, formando una espiral. Con un palillo de dientes, vamos uniendo los puntitos, dibujando la espiral, también desde el centro hacia afuera.

Por último, vamos poniendo con el merengue de rosas por todo el extremo de la tarta y decoramos con frambuesas cogeladas y trocitos de galletas oreo (esto es opcional).

Conservar la tarta en la nevera hasta la hora de servir.



También te puede interesar

0 comentarios