Bollicaos

por - octubre 12, 2017

¡BUENAS!

Hoy es fiesta y he decidido actualizar el blog con una recetita de esas ricas que nos transporta a los sabores de la merienda de la infancia: BOLLICAOS. Aunque estos no llevan cromo, os aseguro que merece la pena prepararlos porque al ser caseros son mil veces mejor que los industriales; PA-LA-BRI-TA.

Para hacerlos he recurrido a la receta de Raúl, de El Oso con Botas, que incorpora a la masa el tang zhong un preparado de harina y agua (aunque yo lo he hecho con leche) muy utilizado en la panadería asiática para obtener una masa y miga más esponjosas. Raúl también añade a la masa leche en polvo, pero es opcional y como yo no tenía pues no la he puesto, pero si queréis añadirla hacerlo y me comentáis cómo quedan así.

Una cosa que también me gusta, es que están rellenos con la crema de cacao y avellanas que preparé en la entrada anterior, aquí os dejo el enlace a la receta --> Crema de Cacao y Avellanas

Así que no me diréis que no son 100% caseros...

Ingredientes para el tang zhong:
25 gr. de harina de fuerza
125 ml. de leche (aunque puedes usar agua)

Elaboración del tang zhont:
En un cazo ponemos la harina y la leche y removemos con unas varillas para disolver la harina.
Llevamos el cazo al fuego a temperatura media y sin parar de remover debemos conseguir que la mezcla llegue a los 65º, que es cuando comienza a espesar. Si no tienes termómetro no te preocupes, lo único de debes hacer es remover hasta que empiece a espesar (¡ojo espesa muy rápido!) y una vez lo ha hecho tendrás la consistencia de una bechamel.

Llegados a este punto, aparta del fuego, remueve bien con las varillas y traspasa la crema a un recipiente. Tapa con papel film de forma que el plástico toque la crema y deja enfriar por completo a temperatura ambiente.


Ingredientes para la masa de los bollicaos (12-13 unidades):
475 gr. de harina de fuerza
40 gr. de azúcar
5 gr. de levadura seca de panadero (si utilizas fresca son 15 gr.)
125 ml. de leche
2 huevos grandes
Todo el tang zhong
5 gr. de sal
60 gr. de mantequilla a temperatura ambiente
Un poco de leche para pintar los bollicaos

Elaboración de los bollicaos:
En un bol ponemos la harina, el azúcar y la levadura y mezclamos con una cuchara. Si utilizas levadura fresca, desmenúzala con los dedos.


En otro bol agregamos la leche, los huevos y el tang zhong que ya estará frío y mezclamos todo bien. 


Esta mezcla resultante, la añadimos al bol donde tenemos la harina y lo amasamos un poco para que todos los ingredientes se integren. Podéis hacerlo a mano o con el gancho de la amasadora si tenéis. No hace falta amasar en exceso, solamente hay que conseguir formar una bola.



Hecho esto, dejamos reposar la masa 20 minutos.

Agregamos la sal y empezamos a amasar bien, yo he utilizado el gancho amasador porque es menos trabajoso. Si no tenéis, no os queda más remedio que hacerlo con vuestros poderosos brazos... jaja.

Mientras vamos amasando, agregamos poco a poco y cucharaditas la mantequilla (que debe estar blandita), y amasamos y amasamos y amasamos... hasta que se absorba toda la mantequilla. 


Seguimos amasando y amasando y amasando. Veréis que poco a poco la masa va adquiriendo una consistencia más elástica. Hay que seguir así hasta que al coger una porción de masa, la estiremos con los dedos de tal forma que no se rompa y forme una membrana fina. Si no os queda así, significa que le falta todavía amasado; no desesperéis, seguid amasando y ya veréis cómo os sale.

Hecha la prueba de la membrana, hacemos una masa con la bola y la ponemos en un recipiente tapado con papel film. Dejamos fermentar la masa en un lugar cálido durante 1 hora u hora y media, dependerá de la temperatura de vuestra casa. En el caso de la receta de El Oso con Botas, él deja la masa fermentando 8 horas en la nevera, pero como yo los hice en el mismo día ese paso me lo salté.



Pasado el tiempo del fermento, sacamos la masa del bol y amasamos un poquito con las manos sobre una mesa para desgasificar la masa. Cortamos en porciones de 70 gr. aproximadamente y hacemos bolitas.

Con un rodillo, estiramos cada bolita y colocamos en su interior una cucharadita de crema de cacao y avellanas y la extendemos un poco. Cerramos la masa dándole forma de bollicao y pellizcando las uniones para sellar bien e impedir que la crema se salga durante el horneado.



Cuando tengamos formado el primer bollo, lo colocamos sobre un paño limpio de cocina con la unión hacia abajo. Vamos haciendo lo mismo con el resto de bollicaos y los ponemos encima del paño, levantando un poco este para impedir que los bollicaos se toquen entre sí y permita que la masa leve hacia arriba y no a lo ancho.


Cuando tengamos todos, tapamos con otro paño y dejamos reposar los bollos hasta que doblen su volumen. En mi caso bastó con una hora.

Precalentar el horno con calor arriba y abajo durante 10 minutos a 180º. Mientras, traspasar los bollicaos a una bandeja de horno con papel para hornear con muchísimo cuidado de no manipular la masa para evitar que se baje. Pintamos los bollicaos con un poco de leche para que se doren en el horno.


Hornear a la misma temperatura durante 12-15 minutos aproximadamente. Una vez fuera del horno, dejar reposar en la bandeja 10 minutos y después pasarlos a una rejilla para que terminen de enfriar por completo.

Para su conservación, yo he optado por envolverlos individualmente en papel film y guardarlos en una caja metálica. Obviamente este tipo de masas están mejores recién horneadas porque cada día que pase va perdiendo el blandito que le caracteriza. También, una vez fríos, podéis congelarlos y disfrutar de ellos cuando queráis.

Espero que os haya gustado la receta y no os preocupéis por la masa, parece complicado pero no lo es... ¡de verdad!



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